Diferencias entre ansiedad y tumor cerebral: síntomas y diagnóstico

¿Cómo distinguir la ansiedad de un tumor cerebral?

Según MD Anderson Cáncer Center, la ansiedad puede ser un síntoma temprano de los tumores cerebrales, y es por ello que las personas que padecen de este problema de salud pueden verse retraídas, malhumoradas, y con poco ánimo. Esto se puede prestar para confusiones, ya que es posible pensar que se sufre de ansiedad, cuando lo que realmente pasa es que se están desarrollando una condición grave en el cerebro.

Lo mejor que puede hacer una persona para saber si padece de ansiedad o de tumores cerebrales es acudir a consulta con un especialista. Es necesario aclarar que el diagnóstico de estas condiciones requiere del análisis profundo de especialistas médicos y, en muchos casos, de pruebas como una resonancia magnética o una tomografía.  

Antes de pasar a hablar de los síntomas de la ansiedad y de los síntomas de los tumores cerebrales, recomendamos leer nuestro artículo sobre la niebla mental. 

Síntomas de la ansiedad y del tumor cerebral

Los síntomas que se presentan debido a los tumores cerebrales son muy variados, y dependen de factores como la zona del cerebro en la que se ubican, el tamaño que tienen y el ritmo al que crecen, entre otros.

The Preston Robert Tisch Brain Tumor Center habla sobre esto, y explica que este tipo de tumores puede causar:

• Estrés o angustia emocional: incluyendo sentimiento de ansiedad, depresión o ira.
• Dificultades cognitivas: pueden provocar pérdida de memoria a corto plazo y problemas con la concentración.
• Cambios en el comportamiento: incluyendo cambios en el humor de la persona, una mayor irritabilidad y comportamientos impulsivos.

Lo que hablamos antes sobre la ubicación de los tumores es importante ya que, los que se presentan en el lóbulo frontal, por ejemplo, pueden causar problemas en la regulación del estado de ánimo y cambios en el comportamiento, mientras que los que se presentan en el lóbulo temporal afectan especialmente la memoria y las emociones.

Otros síntomas que pueden causar son:

• Dolores de cabeza.
• Convulsiones.
• Dificultades para pensar y hablar.
• Parálisis de una parte del cuerpo.
• Pérdida del equilibrio.
• Cambios en la visión y problemas como la visión doble repentina.
• Confusión y desorientación.

Si prestamos atención a los síntomas de la ansiedad, podemos observar que hay una diferencia importante, y que solo hay algunos factores comunes en lo que tiene que ver con lo emocional y con los cambios de comportamiento.

En uno de sus artículos, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés), explica los síntomas que provoca la ansiedad, resaltando:

• Sensación de inquietud o nerviosismo.
• Irritabilidad.
• Dificultades para concentrarse.
• Fatiga mental y sensación de agotamiento.
• Problemas para conciliar el sueño.
• Tensión muscular.

La ansiedad no provoca convulsiones, crisis epilépticas, problemas de memoria ni alteraciones visuales, entre otros síntomas más que distinguen a los tumores cerebrales.

De cualquier manera, hay que subrayar que este artículo tiene un propósito estrictamente educativo e informativo, por lo que no se puede tomar como referencia para el diagnóstico de la ansiedad o del desarrollo de tumores cerebrales. Si se presenta cualquiera de los síntomas que mencionamos en este apartado, o se sospecha que se padece de alguna de estas condiciones, se debe buscar atención médica y esperar a que un profesional realice el diagnóstico correspondiente. 

Causas y factores de riesgo

Para diferenciar entre ansiedad y un tumor cerebral, también es necesario prestar atención a las causas y a los factores de riesgo que están detrás de cada una de estas condiciones de salud.

En el caso de los tumores, Mayo Clinic señala que la causa no está del todo clara, pero que se sabe que se pueden producir debido a cambios en el ADN a nivel celular. Estos cambios hacen que las células crezcan y continúen viviendo, cuando deberían morir como parte de su ciclo de vida natural.

Algunos factores de riesgo que pueden influir en esto son:

• Antecedentes familiares: el riesgo es mayor si en la historia familiar hay persona que haya padecido de tumores.
• Exposición a la radioterapia: esto se debe a que la radioterapia puede provocar cambios en el ADN.
• Exposición a ciertas sustancias químicas: en algunos estudios se ha concluido que ciertos químicos industriales y toxinas ambientales podrían aumentar el riesgo de desarrollar tumores cerebrales.

Por otro lado, los trastornos de ansiedad tienen un origen completamente distinto y no están relacionados con cambios celulares o mutaciones en el ADN. Mientras que los tumores cerebrales son condiciones médicas que implican un crecimiento anormal de células en el cerebro, los trastornos de ansiedad son afecciones psicológicas y psiquiátricas que afectan el procesamiento emocional y la respuesta al estrés.

La ansiedad está estrechamente vinculada a experiencias de vida y al entorno. Factores como haber vivido situaciones traumáticas, estar expuesto a estrés prolongado o haber crecido en un ambiente poco seguro pueden influir en la aparición de trastornos de ansiedad.

Todo esto contrasta con los tumores cerebrales, cuya aparición no depende de factores emocionales ni de experiencias pasadas, sino de mutaciones genéticas y, en algunos casos, de la exposición a radiación o sustancias químicas.

Tampoco existe una relación causal entre la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo y los tumores cerebrales. Un artículo de The Preston Robert Tisch Brain Tumor Center explica que, aunque algunas personas puedan pensar que sí existe una relación directa, no hay evidencia científica de ello, y solo se trata de un mito.

La única relación que existe es la que mencionamos en apartados anteriores, y es que la ansiedad puede aparecer como un síntoma más de los tumores en el cerebro. Más allá de esto, no hay una conexión clara entre ambas condiciones. 

¿Cuándo consultar a un especialista?

Es importante buscar atención médica tan pronto se presente cualquier síntoma que afecte la calidad de vida, independientemente de que se tengan sospechas de algún trastorno de ansiedad o de un tumor cerebral.

A pesar de que esta última condición puede causar miedo, no es recomendable postergar la visita a un centro de salud, ya que los síntomas pueden empeorar, y el riesgo de complicaciones puede ser mayor.

La ansiedad, por otra parte, requiere de la atención de un profesional de la salud mental, ya que solo de esa manera se puede evitar que interfiera con la rutina diaria, las relaciones personales o el desempeño en el trabajo o estudio.

Para entender lo importante que es la atención médica a tiempo, recomendamos leer uno de nuestros artículos, en el que explicamos cómo prevenir un ictus. 

Diagnóstico diferencial: ¿cómo saber si es ansiedad o tumor cerebral?

Para saber si se trata de ansiedad o de un tumor cerebral, es necesario realizar una evaluación médica detallada. Dependiendo de los síntomas que se presenten, el médico puede determinar qué tipo de estudios o pruebas es necesario realizar.

En el caso de la ansiedad, por ejemplo, el diagnóstico requiere de entrevistas clínicas, cuestionarios especializados y la evaluación de la historia personal y emocional del paciente. Cleveland Clinic resalta que para esta condición no hay pruebas de sangre o de diagnóstico por imágenes, y que para evaluar a los pacientes se toma como referencia el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).

El diagnóstico de los tumores cerebrales es más complejo, y según el artículo de Mayo Clinic que citamos en apartados anteriores, incluye exámenes neurológicos, tomografías computarizadas de la cabeza, imágenes del cerebro por resonancia magnética y la recolección de muestras de tejido.

Recomendamos leer nuestro artículo sobre los tipos de memoria para profundizar más en el tema y entender el impacto que tienen los tumores sobre la memoria a corto plazo. 

Tratamientos y abordajes terapéuticos

El tratamiento de la ansiedad y los tumores cerebrales también son diferentes, sobre todo porque tienen causas y efectos particulares.

Las opciones de tratamiento para la ansiedad, por ejemplo, incluyen la terapia psicológica y, en algunos casos, el uso de ciertos medicamentos recetados por un psiquiatra. Asimismo, se puede recomendar la práctica de ejercicios de respiración para la ansiedad, o terapias complementarias enfocadas en el mindfulness y la práctica de ejercicios como el yoga.

Por otra parte, los tumores cerebrales son más graves y difíciles de tratar. El tratamiento, según Mayo Clinic, puede incluir cirugías para extirpar todas las células del tumor, radioterapia, radiocirugía, quimioterapia o terapia dirigida.

Todo depende de las condiciones particulares del paciente y del criterio del médico que lo está tratando.