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Remedios efectivos para combatir el mal aliento

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Hombre comprueba que tiene mal aliento

Tiempo de lectura: 7 minutos

Para prevenir y reducir el mal aliento o halitosis, puedes aplicar varios cuidados y hábitos de higiene oral en casa. Los más eficaces incluyen una limpieza bucal completa, el uso de hilo dental, el cepillado de la lengua, una adecuada hidratación y limitar el consumo de alimentos que lo favorecen.

En este artículo te explicamos qué es el mal alimento, cuáles son sus causas, qué remedios caseros se pueden utilizar para reducirlo y en qué situaciones es necesario acudir a un dentista para obtener un diagnóstico y recomendaciones de tratamiento. 

¿Qué es el mal aliento y cuáles son sus causas?

El mal aliento, conocido también como halitosis, es un problema de salud oral que afecta a millones de personas. Uno de sus principales síntomas es precisamente el mal olor que se desprende del aliento de las personas cuando hablan o respiran.

En algunos casos puede ser temporal, mientras que en otros puede ser permanente. Dependiendo de la gravedad que tenga, las personas pueden experimentar problemas al relacionarse con los otros, lo que puede afectar su seguridad personal, generar vergüenza e incluso ansiedad.

En cuanto a la salud, puede tratarse de algo sencillo que se puede resolver con una limpieza dental y una buena rutina de higiene oral, o de problemas más complejos causados por infecciones o trastornos digestivos.

Las causas del mal aliento son muy variadas, y es importante conocerlas para poder prevenirlo. Johns Hopkins Medicine habla de ellas, y resalta que estas son algunas de las más importantes:

  • El consumo de ciertos alimentos: algunos de los alimentos que consumimos contienen compuestos que no solo dejan residuos en la boca, sino que también se absorben en el sistema digestivo y se liberan a través de la respiración. El ajo y la cebolla, por ejemplo, permanecen en el torrente sanguíneo y alcanzan los pulmones, liberando un aroma muy característico cada vez que se exhala.
  • Tener una higiene oral deficiente: cuando la higiene bucal es inadecuada o insuficiente, la acumulación de restos de alimentos y placa bacteriana contribuye a la proliferación de microorganismos que producen olores desagradables. No cepillarse los dientes con la frecuencia necesaria, olvidarse de usar hilo dental o no dedicar suficiente tiempo a la limpieza son algunos de los problemas más comunes.
  • No utilizar las técnicas de cepillado y cuidado oral adecuadas: incluso cuando se tiene el hábito de cepillarse los dientes, no siempre se hace correctamente, y esto puede dar como resultado que la higiene no sea tan efectiva como se cree. Además, muchas personas no complementan la limpieza con hilo dental, que es esencial para remover los restos atrapados en lugares donde el cepillo no llega, ni utilizan enjuagues bucales para eliminar las bacterias de la boca.
  • La acumulación de bacterias en la lengua: la mayoría de las personas se centra en los dientes, y olvida que también es necesario limpiar la lengua ya que es uno de los lugares donde más se acumulan bacterias. Muchas veces, aunque las personas se cepillen los dientes con regularidad, el mal aliento persiste debido a esto.
  • Enfermedades de las encías: las enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, son causas frecuentes y persistentes de mal aliento. Estas condiciones se producen por la inflamación e infección de los tejidos que sostienen los dientes, como consecuencia de la acumulación crónica de placa bacteriana.
  • Problemas de boca seca o xerostomía: cuando la producción de saliva disminuye, se produce una condición conocida como xerostomía o boca seca, que genera un ambiente propicio para la proliferación bacteriana y, en consecuencia, para la aparición de mal aliento.
  • El consumo de productos de tabaco: el tabaco, en cualquiera de sus formas, es una de las principales causas de mal aliento crónico. El humo del cigarrillo impregna la boca con un olor fuerte y desagradable que se adhiere a los dientes, encías, lengua e incluso a la mucosa oral.
  • Condiciones de salud muy variadas: Aunque la mayoría de los casos de halitosis tienen su origen en la boca, existen condiciones médicas que también pueden manifestarse a través de un aliento desagradable. El artículo de Johns Hopkins que citamos antes menciona algunas como las infecciones respiratorias, la bronquitis crónica, la diabetes y algunos trastornos digestivos, entre otras.

Independientemente de sus causas, es necesario tener presente que se pueden tomar medidas para solucionar el problema y empezar a tener un aliento fresco y agradable. En los siguientes puntos hablaremos a detalle sobre esto, resaltando algunos remedios caseros, los hábitos de prevención que debería adoptar cualquier persona y las soluciones que se deben adoptar para los casos más complejos. 

Mujer con mal aliento junto a su amiga

Remedios caseros para aliviar el mal aliento

El mal aliento es un problema bastante molesto, que afortunadamente se puede resolver con una buena higiene y con las técnicas de cuidado e higiene oral adecuadas, al menos en una buena parte de los casos. Lo mejor de todo es que no se trata de nada complicado, sino de estrategias que se han utilizado desde hace mucho tiempo como una forma natural para lidiar con el mal aliento.

Es importante destacar que los remedios caseros funcionan más como un apoyo que como una solución definitiva, y que no son igual de efectivos para todas las personas. Estos son algunos que recomienda Healthline:

  • Buena higiene bucodental: una de las mejores formas de eliminar el mal aliento es empezar a tener una buena higiene bucodental, ya que es un problema que se produce precisamente por la acumulación de restos de comida en dientes, encías y lengua. Además, una boca limpia no solo mejora el aliento, sino que también previene la aparición de caries y enfermedades periodontales.
  • Hidratación: consumir suficientes líquidos, especialmente agua, es fundamental para prevenir el mal aliento. Como mencionamos antes, la boca seca es una de sus causas principales. Tal vez quede clara la importancia de la hidratación a primera vista, pero la verdad es que mantenerse bien hidratado a lo largo del día puede ser de mucha ayuda.  
  • Alimentación equilibrada: la dieta afecta de forma directa el aliento, así que es necesario prestarle atención. Una alimentación variada y equilibrada aporta fibras, vitaminas y minerales que ayudan a mantener las encías sanas, regulan la digestión y reducen la posibilidad de fermentaciones internas que podrían reflejarse en el aliento.
  • Bicarbonato de sodio: el bicarbonato de sodio ha sido considerado durante mucho tiempo un recurso casero para mejorar la frescura del aliento debido a sus propiedades relacionadas con la neutralización de olores. La recomendación es aplicar 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio en una taza de agua tibia y hacer buches para utilizarlo como enjuague dental.
  • Perejil: debido a su alto contenido de clorofila, el perejil puede ayudar a neutralizar los malos olores en la boca. Los expertos señalan que se puede utilizar para equilibrar el pH de la boca, y disminuir la acumulación de placa y residuos que causan el mal olor.
  • Vinagre de manzana: debido a su acidez natural, puede modificar el pH de la boca y crear un entorno menos favorable para la proliferación de las bacterias responsables del mal aliento. Aunque su efecto suele ser temporal, puede ser de mucha ayuda.
  • Infusiones: las infusiones, especialmente aquellas elaboradas con hierbas aromáticas, reducen el mal aliento. El té verde, por ejemplo, tiene propiedades desinfectantes y desodorantes que pueden servir para refrescar el aliento de forma temporal.
  • Caramelos de menta sin azúcar: los caramelos de menta sin azúcar son un remedio casero simple pero efectivo para contrarrestar el mal aliento de manera rápida. Es importante resaltar que deben ser sin azúcar, ya que así se evita el riesgo de alimentar a las bacterias orales.
  • Chicle sin azúcar: se recomienda debido a su capacidad para estimular el flujo salival de manera inmediata. Al masticar, se activa un reflejo que incrementa la producción de saliva, lo que ayuda a arrastrar restos de alimentos, a reducir la sequedad de la boca y a diluir los compuestos responsables del mal olor.

Estos remedios pueden ser efectivos para momentos en los que se quiere eliminar el problema del mal aliento de forma inmediata, pero no son permanentes ni reemplazan una buena higiene. En caso de tener problemas de salud como enfermedades de las encías o trastornos digestivos, por ejemplo, hay que solucionar el problema de fondo.

Para complementar, y resaltando la importancia de la alimentación. Recomendamos leer nuestro artículo sobre los alimentos anticancerígenos

Hábitos de higiene bucal para prevenir la halitosis

Para prevenir la halitosis es necesario aprender cómo lavarse los dientes, algo que podría parecer muy sencillo, pero que muchas personas no saben bien cómo hacer. Estas son algunas de las principales recomendaciones de los dentistas:

  • Cepillarse los dientes después de comer.
  • Usar hilo dental al menos una vez al día.
  • Cepillar la lengua.
  • Limpiar prótesis, retenedores, protectores bucales y puentes dentales.
  • Mantener la boca hidratada.
  • Modificar la alimentación.
  • Cambiar el cepillo de dientes regularmente.
  • Realizar revisiones dentales periódicas.

Todas estas medidas, además, son clave para prevenir las caries, enfermedades de las encías y otros problemas que pueden llegar a ser muy molestos. Asimismo, es recomendable ir al dentista para recibir una limpieza profesional cada cierto tiempo

Hombre va a dentista por caries y mal aliento

¿Cuándo acudir al dentista por mal aliento?

Cleveland Clinic señala que, en la mayoría de los casos, más allá de lo desagradable que pueda ser, el mal aliento no es un problema grave. Sin embargo, si no se soluciona después de tomar medidas para eliminarlo, es recomendable acudir a un dentista.

Cuando el mal aliento es permanente, se puede tomar como señal de que algo no está bien. En algunos casos puede ser el resultado de problemas complejos como las enfermedades de las encías que comentamos varias veces a lo largo del artículo, o de problemas como la pérdida del esmalte dental y las caries.

Esto queda más claro cuando hay otros síntomas como encías que sangran, inflamación, dolor o movilidad dental.

Para finalizar, recomendamos revisar uno de nuestros artículos, en el que explicamos qué hacer después de la extracción de una muela. 

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